Capítulo 21

Lógranse avisos de no retardar su retorno la flota de los aliados. Prosiguiose igual el fuego de la plaza y sitiadores añadiendo estos el disparo de algunas bombas.

Repara el enemigo la nueva batería, que tenía al pié de la Redondela arrojándonos algunas bombas.

La continua lluvia embaraza a los sitiadores la prosecución de sus obras, dirigiendo todo su disparo a la cortina y Redondela.

Prosigue el presidio la fábrica de la real batería, y el contrario su vehemente fuego contra la nuestra, a cuyo reparo se atiende, con otros susessos.

Lógranse avisos de no retardar la flota de los aliados.

Llegaron dos fragatas inglesas de Lisboa el día 9 con orden de proseguir su derrota hasta Nissa de Proenza, y dixeron de passo como en breve se restituiría a nuestra baya la flota inglesa.

El acostumbrado fuego de una y otra parte continuó con poca diferenxia, como hasta allí, y aunque parezió impossible se pudieran adelantar los trabaxos a vista de la porfía enemiga en inquietar nuestros gastadores con toda la brava y arrojada diligencia de ellos pudo proseguir en su tarea.

Por la tarde dió el enemigo la señal de querer parlamentar con alguno de los cabos que se hallavan de guardia en la Redondela, y haviendo uno de ellos obtenido la lizencia, baxando a proporcionada distancia del ataque, se le entregó una carta del capitán prisionero poniéndole al mismo tiempo en sus manos de los contrarios diferentes pliegos que a la sazón havían escrito los prisioneros franceses de la plaza.

Con 60 bombas, que fueron las que se nos arrojaron, batió nuestro contrario parte de los edificios vezinos a la gran batería de la cortina, bien que con poco o ningún daño de los que la defendían.

Repara el enemigo la nueva batería que tiene al pié de la Redondela arrojándonos algunas bombas.

En una barca el día 10 envió el príncipe al capitán de granaderos y teniente que se hallavan presos del día siete, para el cange del capitán Fisli al campo del enemigo, que en este tiempo avía batido otra llamada por parte de la Redondela a fin de entregar, como lo hizo, algún dinero y ropa para los prisioneros que nos quedavan, y aunque se mandó recivir por aquella vez, se les advirtió a aquellos que no se les daría más oído en aquel parage en adelante, y assí caso que tuviessen algo que proponer acudiessen por mar en la forma acostumbrada junto al Muelle Nuevo, que allí se les darían las respuestas conforme dictara la constitución de las cosas.

Vino a poco rato después el capitán, quien dixo le avían tratado Villadaries con mucha cortesía y el de Tessé con agasajo, que avía oído acabavan de llegar poco antes de su venida al campo enemigo 3.000 franceses destacados de la frontera de Portugal para su refuerzo.

Enderezose este día toda la aplicación de los contrarios en adelantar los reparos en la batería nueva, que tenían ya formada al pié de la Redondela, y si bien no hizo su cañón tanto fuego como los días antecendentes, no por esso dexaron de arrojarnos de sus morteros como unas 60 bombas.

La continua lluvia embaraza a los sitiadores la prosecución de sus obras, dirigiendo todo su disparo a la cortina y Redondela.

La lluvia que cayó a los 11 embarazó totalmente al enemigo el que pudiera en todo este día emprender cosa de monta contra la plaza, a cuya baya se restituyó el navío de guerra, que poco antes se avía despachado a caza de las tartanas que avían de conduzir a los sitiadores ciertas piezas de batir de Barcelona, como se dixo arriba.

Por la noche suzedió la desgracia de aver caído la puerta que de la ciudad franqueava el passo a la Redondela en fuerza de haver quedado sus paredes antemano muy maltratadas del cañón enemigo, de cuya ruina quedaron muertos unos 15 ingleses y heridos otros, que acaso se avían recogido de la lluvia en aquel sotoportal que formava.

Conozieron lossitiados el 12 que la mina de los sitiadores se avía totalmente undido a causa de las muchas aguas que aquellos días avían humedecido su hueco, arraneando las tablas y palos que sustentavan la bóveda.

Su artillería jugó todo este día contra la cortina y Redondela no obstante la lluvia que en aquella ocurrencia descargava embarazando a los sitiados la continuación de sus trabajos, y a los sitiadores la de sus trincheras, de calidad que solo nos pudieron ofender este día con 25 bombas.

Prosigue el presidio la fábrica de la real batería y el contrario su vehemente fuego contra la nuestra a cuyo reparo se atiende.

No passó cosa notable por una ni otra parte en los días 13 y 14. El enemigo aunque hizo algun disparo no fué bastante para impedir la prosecución de la gran batería de la cortina. Dos navíos venecianos nos llegaron por este tiempo. Tiró 30 bombas el día 13 contra la plaza la batería de morteros con que nos ofendía, en ocasión que se hallava ocupado en desaguar sus trincheras padezió al catorze mucho trabaxo para mantenerse en ellas, y si bien no le dava lugar, lo lluvioso de la estación para adelantar los intentos, que llevava, no por esso dexó el día 15 de molestarnos con el continuado disparo de sus baterías a cuyo reparo atendían incansables los sitiados, con singularidad en la brecha que quedava en la línea superior de la Redondela, trabaxando en hazer más alto y más fuerte su parapeto para cubrir mexor a los que le defendían del fuego, que el enemigo en sus avanze podía hazerles.

Habrieron los sitiadores el día 16 otra línea al través baxo de la Redondela, a fin de resguardar con el fuego de su mampostería las espaldas de los que subiesen a su assalto.

Los navíos de guerra ingleses Revock y Leopart llegaron de Lisboa, y con ellos quatro compañías, que faltavan todavía del batallón olandés, llevando considerable cantidad de municiones de que ya padezía la plaza tanta falta, que se escaseavan los tiros de artillería por no consumir la munición, que en caso de algún assalto era menester para rechazar al enemigo, cuyas bombas no passaron de 12 las que nos arrojó.

Prosiguíase la gran batería, y assí al 17 pusieron toda aplicación los sitiados para concluir sus plataformas y parapetos destinándose a este fin cien hombres para las faxinas en ocasión que el enemigo estava entretenido en fortificar su nueva línea en que se le procuró incomodar den del Muelle Viejo: ocho bombas tan solamente nos echaron este día, quizás le ivan ya faltando a nuestro contrario.


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