Capítulo 33
Restitúyese a nuestra bahía el enviado. Relación de la gente que componía el bloqueo. Buelve a tomar la derrota el enviado. Avisos de Almería. Desabrimientos de Cataluña y Valencia en el dominio de aquellos ministros. Particípasele al príncipe la muerte del señor emperador Leopoldo.
Confirma el Gran Turco la tregua con el nuevo emperador. Toma el príncipe la derrota para Lisboa por orden que tuvo de su magestad a efecto de assistir en el gran consexo qye se tuvo. Fatal muerte del almirante de Castilla.
Aportan navíos ingleses con alguna gente, embarcándose a otras otros tropas para Inglaterra y Olanda. Lista de la gente que componía el exército de Villadaries, y de la que avía en la plaza al principio del sitio. Restitúyese el príncipe a nuestra bahía, y dispone luego el govierno político y militar de la ciudad y plaza.
1º
Restitúiese a nuestra bahía el enviado.
Con el motivo de la falta de viento que tuvo para su viage el enviado, le fué preciso retornar a nuestra bahía el ocho para esperarle favorable.
Los cirujanos en la crisi que oy hizieron de la herida del príncipe, hallaron no ser cosa de cuydado por no quedar lastimado un huesso, con todo le precisaron a la quietud (bien violenta a su espíritu y inclinación) en tanto que se iva concluyendo la cura.
Con la buelta de ciertos barcos cargados de vino, que el día 9 nos llegaron de la costa de España, se tuvo la noticia fixa del número de gente de que se componía el bloqueo de nuestra plaza, reduziéndose a 300 cavallos y 400 infantes, assegurándonos que la mayor parte eran tropas nuevamente levantadas y sin experiencia militar.
La porfiada continuación y contrariedad con que todavía no dava lugar el viento para partir el enviado Methuen, fué motivo para que el día 10 tomase la resolución de passar por tierra des de allí a Tánger, cómo le executó aquel mismo día saliendo con las dos fragatas, que a este fin se avían destinado.
Bolviose el viento un poco assia levante al 12, con que pudieron avistarse a nuestro poniente las fragatas inglesas con que partió el de Methuen al 10.
Aportó a nuestra bahía una saetía genovesa que venía de Lisboa en que ivan embarcados 36 fusileros y 12 reformados españoles por cuya conducta recivió el príncipe comandante ciertos despachos que le remitía el rey nuestro señor.
Hizieron vela otra vez las dos fragatas el 16 con ocasión de averse movido el levante, con que pudieron passar el estrecho.
Un desertor inglés que días atrás desertó las banderas de su nación se nos vino a la plaza con la buena ocasión que le ofrezieron las sentinelas, no aviéndose hallado bien entre los franceses del bloqueo. Fué absuelto del delito de tránsfuga, y assí le admitieron como de antes en las tropas.
Despachó el príncipe al 17 una fragata al Faro para esperar el enviado Methuen y passarle a Lisboa apenas hubiesse llegado de Tánger concluida ya su negociación.
El 18 se despachó una tartana a Tánger por provisiones, por cuyo medio escrivió el príncipe a los alcaydes Alí Amet a fin de acalorar por su medio la expedición de los negocios, que con el de Mequines se quedavan concluyendo.
De Almería entró una saetía genovesa el siguiente día con la novedad de quedar aprisionados en aquel país algunos cavalleros que avían sido notados bien afectos a nuestro partido. Dixo además el patrón que en Granada se manifestavan los ánimos muy a favor de los interesses de nuestro rey, poco satisfechos del nuevo govierno que en aquel reyno avían introduzido los parciales de la dominación francesa.
Entregáronse ciertos despachos de mucha consequencia a una caravela, que estava de partenza para Lisboa, encargándose su patrón de ponerlos en manos de su magestad sin retardo a su arribo.
2
Desabrimientos de Cataluña y Valencia en el govierno de aquellos ministros. Particípasele al príncipe la muerte del señor emperador Leopoldo.
Hizo el príncipe el 21 la generosa acción de poner en libertad a 32 españoles prisioneros por lo bien que se portaron durante el largo sitio en el continuo trabaxo de acarrear pólvora y balas a las baterías, por cuyo medio hizo entender el príncipe al Villadaries quedavan todavía en su poder muchos españoles de los naturales de Gibraltar, que fueron apresados en la funcción de la montaña con otros oficiales, y que no les restituiría menos que aquel general no les enviase los 6 españoles que en el assedio le avían quitado en diferentes renquentros.
Por una saetía que llegó de Cataluña cargada de vino se tuvo la noticia positiva de quedar aquel Principado notablemente irritado contra los ministros reales, que a la sazón le governavan, creziendo cada día los desabrimientos generalmente en todos los pueblos sin distinción.
Otra tartana que llegó al 22 con un buen cargo de vino y aguardiente de Denia dió parte de quedar aquel reyno con la viva impaziencia de ver quanto antes sobre sus costas nuestra armada, motivados sus ánimos del maltrato que experimentavan del intruso govierno del de Anjou.
No suzedió más novedad en los días 23, 24 y 25 que la de aver en este último entrado a nuestra bahía un navío inglés con cartas de Génova para el príncipe con la confirmación de la muerte de su majestad cesárea, que fue el día cinco de mayo. Por la noche se despachó un barco con cartas del ministro o residente inglés de Génova, que ivan dirigidas al Faro para el Methuen y otros de su nación.
Solo el 26 se nos passó a la plaza un español con su cavallo y armas, que dixo eran muy pocas las assistencias que se davan a los que persistían en el bloqueo, cuya infantería se hallava no menos falta de pagamentos que de vestidos.
3º
Confirma el Gran Turco la tregua con el nuevo emperador. Toma el príncipe la derrota para Lisboa por orden que tuvo de su magestad a efecto de assistir en el gran consexo que se tuvo. Fatal muerte del almirante de Castilla.
El 26 llegó un navío inglés de Esmirna, que dixo quedava el turco en la intelligencia de continuar la tregua que hasta entonces avía religiosamente mantenido con el difunto césar Leopoldo Primero.
Restituiose al Muelle Nuevo el siguiente la fragata Flamberí de buelta de Tánger, en cuyo viage perdidas las dos áncoras con la violencia del viento, se vió precisada a dar fondo tras del cabo Espartel fuera del estrecho. El capitán participó al príncipe la noticia de haver salido el día 19 de Tánger el enviado Mathuen con buen viento.
Una barca portuguesa llegó de Lisboa al 3 de junio con despachos en que se dava el alegre aviso príncipe de haver la flota olandesa llegado felizmente en aquella barra quedando des del día 13 sobre el áncora donde hazía tiempo esperando la de Inglaterra, que no podía tardar según los avisos que se tuvieron.
La tartana que se avía enviado a Tánger aportó cargada de comestibles al primero de julio, experimentándose por esta y las demás provisiones que días atrás nos vinieron con bastimentos alguna abundancia en el presidio, la que nos faltó antecedentemente, pues muchas vezes estuvimos reduzidos a carne salada y algunas legumbres.
El día siguiente entró en nuestro puerto el navío inglés de guerra Leopart por cuyo medio recivió el príncipe comandante la orden de su magestad para passar con toda presteza a Lisboa a efecto en assistir al gran consexo que allí se avía de tener sobre las operaciones de la futura campaña por tierra y las que devía executar la flota que quedava ya des del día 26 en aquella barra, bien que todavía la esquadra en que venían embarcadas las tropas de Irlanda no avían llegado.
El día 3 que fué el último en que el príncipe Jorge hizo mansión en nuestra plaza depositó el mando de ella en manos del brigadier Stírimpton, y dispidiéndose de lo restante del presidio con aquel agrado que se puede pensar de su afabilidad, se embarcó por la tarde en dicho navío aviéndole acompañado hasta el Muelle Viejo todos los cabos de la guarnizión a cavallo. Apeó el príncipe, y al tomar la lancha disparó el cañón de la plaza de sentimiento por su partida aunque esperanzado avía de retornar en breve tiempo.
Tomando el príncipe la derrota para Lisboa nos vino a la ciudad un bastimento embarcado en él un catalán con pliegos para este comandante, y aviéndole encargado a su hermano el príncipe Henrrique el secreto y dirección en su ausencia de las correspondencias que tenía, les despachó después el príncipe Henrrique para efectuar su retorno en conformidad de lo que tenía prevenido del príncipe Jorge su hermano.
Por medio de un navío inglés, que aportó a nuestra bahía supimos la fatal muerte del almirante de Castilla, y la confirmó una saetía maltesa, que al mismo día nos entró cargada de géneros de Portugal.
4º
Aportan navíos ingleses con alguna gente embarcándose a otras tropas para Inglaterra y Olanda. Lista de la gente que componía el exército de Villadaries, y de la que avía en la plaza al principio del sitio. Restitúiese el príncipe a nuestra bahía, y dispone el govierno político y militar de la ciudad y plaza.
Lista de las tropas que componían el exército de Villadaries su general comandante:
Tenientes generales
El conde de Aguilar
Marqués de Aytona
Don Bonifacio Manrrique
Y el duque de Osuna voluntario
Cavallería
Regimiento de la costa
Regimiento de Granada
Regimiento de Sevilla
Dragones
Regimiento de don Joseph Canredon
Regimiento de don Miguel Pons
Regimiento de Mahoní
Infantería
Guardias españolas
Guardias de Bolones
Regimiento de Balleró
Regimiento de Errera
Regimiento de Burgos
Regimiento de Usorno
Regimiento de Navarra
Regimiento del marqués de dos Hermanas
Regimiento del marqués de Valldesevilla
Regimiento de don Antonio de Figueroa
Regimiento de Zelcedo
Regimiento de don Diego de Estrada
Regimiento del marqués Pabón
Regimiento del marqués del Cantara
Regimiento de la costa
Regimiento de Granada
Regimiento de don Alonzo Mathías
Regimiento de don Manuel Medina
Sin las continúas reclutas que le ivan llegando al enemigo.
Infantería francesa
El teniente general marqués de Tuí
Regimientos de la marina, que hazían el número de quatro mil hombres poco más.
Tropas que avía dentro la plaza de Gibraltar al principio del sitio
Regimiento del coronel Sonderson
Regimiento de Fochs [sic]
Regimiento de milord Belamor, comandado por el teniente coronel Moncal
Regimiento de Somor
Regimiento de marines
Estos cuerpos eran muy diminutos, de calidad que llegavan a lo más al número de 2.000 hombres quando entraron a tomar posessión de Gibraltar, y lo fueron mucho más en ocasión que el enemigo vino a expugnar la plaza a causa de las muchas enfermedades que experimentó la nación inglesa por no provarle el clima ni los vinos de tanto cuerpo que avía en la plaza, y assi uno y otro les aniquiló de calidad que murieron muchos de ellos en pocos días de enfermedad.
Nombres de los coroneles y regimientos que vinieron al socorro de Gibraltar
Primo. Un batallón de guardias de la reyna de Inglaterra, comandado por el brigadier Schrimpton, que quedó por governador de la plaza en virtud de patente que le dió el príncipe Jorge en el real nombre de su magestad.
2º El regimiento del coronel Mungoy, comandado por el teniente coronel Olin.
3º El regimiento de milord Dunegal, comandado por el mismo milord.
4º El regimiento del coronel Benimore, comandado por el coronel Pierse.
5º El regimiento del barón Wás olandés, comandado por el teniente coronel Tulives.
6º Y el regimiento olandés, comandado por el mismo coronel Bruhesen.
Estos cuerpos hazían el número de dos mil ocho cientos hombres poco más, y a la verdad eran tropas luzidíssimas y veteranas, de quiénes se podía esperar todo desempeño. Como lo manifestó la experiencia de su obrar durante la expugnaci[ó]n de la plaza en todo el tiempo que se hallaron en su defensa.
Milord Dunegal, que con su regimiento vino a nuestro socorro, se embarcó con los navíos ingleses, que a toda vela passaron el estrecho para juntarse con la flota de los aliados, que en Lisboa se prevenía a efecto de tomar la derrota azia nuestras costas.
Aportaron el 13, 14 y 15 muchos vaxeles de guerra y mercantiles, en cuyo intermedio embarcaron algunas tropas del presidio y 200 marineros tomando su derrota azia el estrecho y costas de Portugal.
No suzedió más novedad al 16, 17, 18 y 20 [sic] que entrar y salir continuamente vaxeles y otras embarcaciones menores de nuestra bahía.
Restituiose a nuestra plaza el príncipe su comandante al 25 con la misma fragata que conduxo su persona a Lisboa. Fué recivido del presidio con aquellas demonstraciones de contento muy correspondientes al cariño que durante el sitio supo grangearse su afabilidad de todos los que militaron baxo sus órdenes, y en execución de las que tuvo del rey nuestro señor, dió principio al establezimiento de las cosas más importantes al resguardo y conservación de la plaza, régimen y buen govierno de la ciudad, creando governador y comandante de ella, y disponiendo igualmente en la ciudad la administración de justicia y cargos políticos para el consuelo y quietud de sus moradores antecipadamente al arribo de su magestad, que embarcadado en la flota de los aliados no podía retardar avistar nuestra bahía, y con motivo de averse incorporado al real patrimonio las casas y demás raízes de los vezinos, que inobedientes las abandonaron y desertaron quando las reales armas de su magestad y de sus aliados entraron a la ciudad, deseando el real ánimo premiar a los vezinos que cumpliendo como leales vassallos se quedaron en ella, y que en el penoso sitio mostraron su fidelidad en la defensa de la plaza, experimentando del cañón y bombas del enemigo demoliciones y ruinas en sus proprias casas, hizo el príncipe en el real nombre de su magestad diferentes mercedes a estos de las de aquellos que se fueron de la ciudad y no le reconozieron por su legítimo rey y soberano a nuestro rey Carlos 3º (que Dios guarde), y para que conste de la formalidad de los despachos que se dieron a cada uno se pondrá aquí y subsiguientemente los del govierno político y militar.
Don Jorge por la gracia de Dios Landgrave de Hassia príncipe Darmstad etc. cavallero de la insigne orden del Toysón de Oro, gentil hombre de la cámara de su magestad C. y su vicario general de la Corona de Aragón.
Por quanto el rey nuestro señor (que Dios guarde) fué servido mandarnos apropiar y incorporar a su real patrimonio las casas, bienes y raízes de los vezinos de esta ciudad de Gibraltar, que faltando a la obediencia devida a su legítimo soberano, desampararon y abandonaron dichas casas y bienes para aderir al partido del usurpador de su corona de España, a tiempo que las justas armas de su magestad y de sus aliados se apoderaron de la plaza, y deseando su austríaca benignidad remunerar sus fieles vassallos y súbditos, que cumpliendo con su obligación quedaron en la ciudad, como también recompenzar los daños, perjuizios y menoscabos que an padezido en la cojuntura del largo sitio por el cañón y bombas del enemigo sus edificios, nos en execución de los reales órdenes atendiendo a que Pedro de Robles a impulsos de su constante fidelidad ha servido voluntariamente durante la expugnación del enemigo con armas como los demás soldados del presidio y ha manifestado igualmente su valor y intrepidez assistiendo con sus hijos en las funcciones más garbosas y de mayor peligro que ocurrieron, en cuya consideración y en la de los estragos que han padezido sus casas, hemos venido en hazerle merced (como en virtud de la presente se la hazemos) de la casa que era de doña Inés Horquera en la calle de Santa Ana que es contigua con la propria de dicho Robles, y linda por la parte de arriba con casa de doña Mancia Tello, y por la de abaxo con la del mismo Robles, de manera que en virtud de esta nuestra donación pueda el dicho Pedro de Robles posseer, habitarla o venderla como dueño y proprietario de ella sin que nadie y en ningún tiempo pueda moverle embarazo o pretención alguna, reservándose los derechos o censos que pueda tener la iglesia mayor o otros particulares, que vivieren baxo el real dominio de su magestad, y los juros que pertenezieren en su Real Hazienda, que haziéndolo constar los interessados deverá pagar el referido Pedro de Robles, o sus herederos, en cuya feé hemos firmado el presente despacho y mandado sellarle con el sello de nuestras armas referendado assímismo en nuestro infrascrito secretario. Dado en Gibraltar a veinte de junio de mil setecientos y cinco.
Jorge Landgrave de Hassia
Por mandado de su alteza:
Francisco de Casamitjana secretario
Las casas que otorgó y hizo merced el príncipe en el real nombre de su magestad llegaron a unas setenta poco más, cuyas gracias recayeron a las personas beneméritas y que experimentaron la total ruina las suyas de las balas y bombas que disparó el enemigo en su porfiada expugnación.
Disposición en la administración de justicia, govierno político y económico de la ciudad.
Don Jorge por la gracia de Dios, Landgrave de Hassia príncipe Darmstad.
Por quanto conviene al servicio del rey nuestro señor dar forma y providencia en la administración de justicia de esta ciudad de Gibraltar y sus dependencias respeto a que los ministros y oficiales de ella, como desleales a tiempo que las reales armas de su magestad y de sus aliados la dominaron y ocuparon, dexando sus exercicios abandonaron dicha ciudad, y siendo preciso crear persona de intelligencia, letras, zelo y demás circunstancias que se requieren para los cargos de juez y governador político de dicha ciudad, considerando que todas estas concurren en la de vos don Alonso de la Capela, dotor en ambos derechos, y el especial mérito que a impulsos de vuestro amor y constante fidelidad a la augustíssima Casa de Austria avéis contraído en Cataluña vuestra patria, aderiendo a la justicia de la justa causa de su magestad en el dominio de la Corona de España, precisándoos la persecución de aquellos ministros a dexar el Principado y passar a Portugal con bastantes peligros y evidentes trabaxos que padecísteis en tan larga jornada, hemos tenido a bien de eligiros y nombraros (como en virtud de la presente lo hazemos) por juez y governador político de la ciudad de Gibraltar y sus dependencias, para que durante el real beneplácito de su magestad exerzais ambos empleos muy conforme al consuelo, régimen y buen govierno de los vezinos de la ciudad y sus dependencias, con facultad de decidir y sentenciar todas las causas assí civiles como criminales observando en todo las leyes de España, en cuya consequencia ordenamos y mandamos a los vezinos y moradores que oy y en lo susessivo hubiere en dicha ciudad que os reconoscan por su juez y governador político, cumplan y executen los órdenes que del real servicio les diéreis sin réplica, escusa ni dilación alguna, con cuyos empleos a más del salario y gages que os correspondiere, havéis de gozar y percivir a más de los gages que os correspondieren cinquanta pesos al mes cobraderos de los efectos, rentas y emolumentos pertenezientes a la Real Hazienda en esta ciudad y sus dependencias, cuya exacción estará a vuestro cargo en virtud del poder que para ello os damos, y se expressará en la instrucción aparte, que deveréis observar. Consediéndoos todas las honrras, gracias, preeminecias y exempciones que por razón de dichos cargos os corresponden, han gozado y deven gozar los governadores y juezes de dicha ciudad, para cuyo efecto os mandamos despachar la presente firmada de nuestra mano, sellada con el sello de nuestras armas y referendada de nuestro infrascrito secretario. Dada en Gibraltar a veinte y dos de junio de mil setecientos y cinco.
Jorge Landgrave de Hassia
Por mandado de su alteza:
Francisco de Casamitjana secretario
Instrucción de lo que don Alonso de la Capela, governador político y juez de la ciudad de Gibraltar, deverá observar para el buen régimen y govierno de esta ciudad de Gibraltar, y en la exacción de los réditos de emolumentos pertenezientes al real patrimonio con la buena cuenta y razón de las entradas y salidas de los productos.
Primo. Se le encarga de orden de su magestad el que mantenga la buena correspondencia con el governador militar de la plaza el brigadier Stirimpton a quién se le tienen encargadas las disposiciones y comando general de ella, y si suzediera alguna quexa, questión o pendencia entre soldados y paysanos, deverá acudir y dar cuenta de ello a este comandante, para que siendo tan zeloso del bien público y servicio de su magestad convendrá al castigo que correspondiere a cada uno de sus súbditos, procurando el sossiego de todos por su parte, lo que deverá observar don Alonso por la suya en los vezinos y moradores.
Siendo el cónsul que queda en la ciudad aunque inglés persona, que habla con toda propiedad la lengua castellana, se valdrá de él don Alonso en los casos que conviniere para que deviendo prevenir al governador o a otros cabos de la guarnición algunas cosas sobre lo que pueda ocurrir pueda por este medio executarlo y darse a entender a aquellos, lo que no coadjuvará poco para la recíproca correspondencia y quietud de todos.
Cuydará el desvelo de don Alonso, que todos los vezinos vivan con la buena unión y amistad entre sí, tratándoles con buen agrado y amor, y procurándoles sus conveniencias y consuelo en quanto pudiere, pues lo mereze lo bien que obraron durante el sitio en la defensa de la plaza, y será un llamamiento para que constando a los de afuera la suavidad en el govierno soliziten bolver a la ciudad, lográndose por este medio el restablezimiento de su reedificación como de antes, y el comercio tan importante al servicio de su magestad y utilidad pública.
En los casos de delitos que suzedieren entre los vezinos y personas que de la nación española, repúblicas y otros súbditos a los aliados de su magestad, que comerziaren en la ciudad, es menester obrar con mucha prudencia y precaución, procurando en toda forma la justificación en la execución de las sentencias que se profirieren contra los reos, y que el notario o escrivano actúe los processos y cargos que contra ellos se hizieren con el estilo y disposición regular, y que mexor se pudiere, no passando en ninguna manera a los castigos de muerte, bien que se deverá dar cuenta a su magestad, remitiendo auténtica la sentencia para acordar lo que más fuere de su agrado.
Importando tanto al servicio y agrado de ambas magestades divina y cathólica, que el culto divino se continúe en la iglesia mayor y de los conventos en la misma conformidad que durante la expugnación de la plaza y antes de ella se ha echo, en edificación de todas las naciones que se han hallado en la ciudad, se encarga a don Alonso el cuydado para que assí se execute y observe, y si para el cumplimiento faltare en las iglesias subcidios, lo suplirá don Alonso de los Réditos Reales tomando recivo para la buena cuenta y razón.
En la exacción de la alcavala del muelle que frutará alguna considerable suma al año se dedicará el capitán del puerto don Joseph Corrons haziéndose entregar don Alonso los productos que con los demás Réditos Reales deven quedar en su poder, para cuyo efecto dispondrá su registro de las entradas y salidas, y pagando las cantidades que por orden positiva se le mandare se le admitirán las partidas con recivo de los interessados en el legítimo descargo.
A la conservación de las casas maltratadas del cañón y bombas del enemigo, es preciso atender. Y assí aplicará don Alonso todo el desvelo a que no lleguen a la ulterior ruina, valiéndose de la autoridad del governador de la plaza para impedir que los soldados no saquen por ningún modo las bigas y maderas como lo hizieron durante el sitio por la necessidad, procurando se observe el pregón que sobre este assumpto se ha publicado para evitar tan conozido daño no dudándose del conozido zelo del governador de la plaza, pondrá el devido remedio, mandando castigar a los soldados que osaren violar lo que por el pregón les fue mandado observar por lo que mira al presidio, y que igualmente hará lo mismo don Alonso con los vezinos y de su jurisdicción, que intentaren semexante perjuizio.
Hallándose confiscados los bienes y casas de los vezinos, que faltando a la devida obediencia y vassallage a su magestad desampararon la ciudad quando entraron a ella sus reales armas y de los aliados, se encarga a don Alonso el cuydado de alquilarlas todas menos las que oy ocupan los oficiales del presidio y las que quedan destinadas para quartel de los soldados, procurando con el mayor beneficio la Real Hazienda, y para su mayor descargo se harán los alquileres en poder del mismo notario, y firmará don Alonso las cartas de pago a los interesados, para que en todos tiempos conste de la buena cuenta y razón, y le sirva de su mayor descargo y prudente precaución por lo venir.
Alentará don Alonso a los que en ellas habitaren al reparo y conservación, ofreziéndoles que las cantidades que expedieren para ello, constando por cartas de paco [sic] de las mexoras, precisas o necessarias les servirá de crédito sobre ellas, y les servirá de prenda y pocessión hasta que se les pague el dinero que en ellas consumieren.
Deviéndonos prometer que mediante la divina assistencia en la justicia de la justa causa de su magestad conseguirán sus reales armas y de sus aliados favorables progressos en lo por venir como hasta aquí, y que este país atendiendo a aquella aclamará el real nombre de su magestad reconoziéndole por su legítimo rey soberano (como lo es pero en Dios), restableziéndose por este medio el comercio de importante en esta ciudad, se encarga positivamente a don Alonso no retarde los avisos de quanto fuere ocurriendo sobre estás y otras dependencias importantes a la corte, para que en su intelligencia pueda su magestad tomar el acuerdo que más fuere de su real agrado y dar las providencias que tubiere por más convenientes a su real servicio y bien público. Dado en Gibraltar a 23 de julio de 1705.
Jorge Landgrave de Hassia
Por mandado de su alteza:
Francisco de Casamitjana secretario
Don Jorge por la gracia de Dios Landgrave de Hassia
Por quanto al consuelo de los vezinos de esta ciudad importa el que se prozeda con toda justificación y sin el menor fraude en el comprar y vender, siendo conveniente para este efecto nombrar persona de rectitud y buena consiencia para el exercicio de fiel de ella a fin que cuyde con toda vigilancia del peso, medida y justo precio de los géneros que se vendieren examinándolo siempre que quisiere, y que privativamente ninguno si no él pueda consignar o señalar los pesos y medidas, concurriendo las calidades referidas en la de Pedro de Robles, hemos tenido a bien de encargarle (como lo hazemos) el mencionado exercicio de fiel de esta ciudad para que solo él y no otro cuyde del contraste y peso. Y con este empleo ha de gozar el sueldo y gages que han gozado y perzevido sus predecessores en dicho oficio, por lo que mandamos despachar la presente firmada de nuestra mano, sellada con el sello de nuestras armas, y referendada de nuestro infrascrito secretario. Dada en Gibraltar a 24 de julio de 1705.
Jorge Landrave de Hassia
Francisco de Casamitjana secretario
Expidiéronse muchos otros despachos, que por su prolixidad se omite descrivir y continuar aquí.