Capítulo 21 [sic]

Dan principio los enemigos a otra línea. Reparan los maestros la Redondela. Entran dos navíos con el resto del socorro. Desmóntanos el contrario algunos cañones fortificándose bien en sus trincheras.

Tomole al enemigo nuestra tartana 1.500 faxinas. Y adelantando aquel algunos passos azia la Redondela forma otra línea entre el mar y el monte. Trabaxan los sitiados una cueva en la Redondela echando muchas bombas al ataque.

Ponen vela los navíos para Lisboa. Prolonga nuestro contrario la línea referida sufriendo el fuego de la plaza. Concluyen los sitiados la gran batería. Noticias por desertores.

Estiende más su línea el Villadaries. Fuego vehemente de una y otra parte, bien que el de los sitiados le desaloja del puesto que tras la Redondela ocupava.

Primo

Dan principio los enemigos a otra línea.

No cansados todavía los gastadores con que trabaxavan los de afuera, dieron al 18 principo a otra línea, que avanzaron no lexos de la que poco à dixe, a fin que sirviera esta a los que en caso de avanze avían de montar al assalto de resguardo todo el tiempo que esperaran la señal para executarlo.

Al mismo tiempo los de la plaza ansiosos de no omitir diligencia para resguardo de la Redondela tantas vezes ya acometida, pusieron todo conato en repararla del daño y estragos, que en ella iva haziendo el cañón de los contrarios.

El navío inglés llamado en vulgar el Tigre con otro de transporte arribaron oy con el resto de la gente, que nos venía de socorro, y con ella otra buena porción de pólvora, que fué admitida con toda aquella alegría que suele causar su abundancia, quando se ha padezido su falta.

Jugaron las baterías enemigas contra la que ya en la plaza se estava perfizionando con que pudo lograr tan solo el desmontarnos dos piezas de las que a la sazón teníamos sobre la cortina a que enderezó igualmente parte de las 60 bombas que nos arrojó este día.

Nunca le parezía al enemigo quedavan bastantemente fortificadas sus trincheras, y assí continuadamente (si bien se nota) estavan reparándolas sus gastadores, ya con faxinas ya con cestones, en cuya operación passó la mayor parte del día 19, y en este el fuego, que den de lo alto del Salto del Lobo se le hazía le ocasionó notable daño en su trabaxo. Dos desertores asseguraron que era mucha la pérdida que de cada día experimentavan los de afuera en su gente.

Tomole nuestra tartana al enemigo 1.500 faxinas, y adelantando aquel algunos passos azia la Redondela forma otra línea entre el mar y el monte. Trabaxan los sitiados una cueva en la misma Redondela echando muchas bombas al ataque.

Con ocasión de haver salido este mismo día una tartana de la plaza a reconozer la baya de la otra parte nos truxo 1.500 faxinas que a la orilla del mar le quedavan al enemigo desembarcadas.

Por la noche nos dispararon 20 bombas evidenciándonos los de afuera la falta que padezían de este género de municiones.

Amanezió el 20 sin más novedad que la de haver adelantado algunos passos nuestro competidor a la línea frontera a la Redondela, tirando a estender su frente a fin de poder con menos dificultad ganar la eminencia que la dominava, a que disparó como unas 10 bombas para molestar los que se hallavan presidiando aquel puesto.

Entre el mar y el monte empezó al 21 a trabaxar el enemigo otra línea sobre la llanura, en que puso siete cestones a lo largo y quatro a lo obliquo, en cuyo trabaxo se le hizo notable fuego de la plaza, de que murieron muchos y otros fueron muy malheridos.

En la Redondela se principió este día una gran cueva, y con esta ocasión se descubrió tenía lugar nuestro contrario en el ámbito que formavan dos peñas, que allí avía, de cubrir como unos 150 hombres de nuestra mampostería, y lograr assimismo aquel puesto ventajoso para subir con menos riesgo a los avanzes que se premeditava continuar por aquella parte.

Echáronse esta noche al ataque de los enemigos 200 granadas con 30 morteros manuales que ingleses pusieron en la gran batería para estrenarla con aquel ensayo a mayores y más continuados disparos.

Ponen vela los navíos para Lisboa. Prolonga nuestro contrario la línea referida sufriendo el fuego de la plaza. Concluyen los sitiados la gran batería. Avisos por desertores.

Quantos navíos se hallavan en la baya salieron para Lisboa al 22 quedando únicamente una fragata de 50 piezas en el Muelle Nuevo por si algo se ofrezía durante el viage de los demás.

Prolongávase con la zapa la nueva línea este día, que en la llanura avían principiado el antecedente los sitiadores, con que logró avanzar algún tanto sufriendo nuestro fuego, que fué en esta ocasión tan violento, como el que más, y en efecto recabamos con él, echarle por tierra gran parte de sus gabiones.

Diose fin este día por los de la plaza a la conclusión total de la gran y formidable batería, que tanto les avía costado de formar, subiendo a ella 3 piezas que inmediatamente se plantaron a efecto de que quanto antes experimentara el enemigo su furor y violencia en la ruina de sus aproches y de los que les resguardavan.

A las 100 granadas que esta noche disparamos con los 30 morteros, que se dixo arriba, correspondieron del campo con ocho bombas y no más.

Continuava el 23 su línea nuestro aniversario, tirando con ella azia el bastión de San Pablo, en que plantó, como tenía de costumbre, una buena cantidad de gabiones para fortificar mexor la trinchera, con que iva cubriéndose del fuego que se le hazía.

Los sitiados pusieron dos piezas más en la batería nueva, que todavía no quisieron que jugara para lograr a su tiempo sobre el enemigo con más ventaja el feliz éxito que se prometía.

Quatro desertores, dos olandeses y los demás catalanes, que se passaron a nado, refirieron muchas miserias y calamidades del campo de los sitiadores, quienes avían poco antes aserrado (como bien dixeron) hasta unos 20 cañones por inútiles, deviéndoles por esta razón transportar a Málaga para fundirles otra vez; que dos regimientos franceses cuyo número llegaría a 3.000 hombres se avían puesto en marcha para Cadis, y que la esquadra del de Pointí reforzada con algunos navíos, que de Brest le avían llegado, de refresco, se hazía a la vela quanto antes para ocupar nuevamente aquella baya y cerrarles a los sitiados totalmente la esperanza de socorros por aquella parte.

Aunque los de la plaza dispararon por la noche un buen número de granadas, no respondieron a ellas como acostumbravan los sitiadores hasta entonces.

Estiende más su línea el Villadaries. Fuego vehemente de una y otra parte, bien que el de los sitiados le desaloja del puesto que avía ocupado tras la Redondela.

Con la continuada porfía con que el enemigo insistía en avanzar sus aproches, logró el día siguiente estender algún tanto más la línea que diximos arriba.

De una y otra parte fué a competencia el fuego: los sitiados sin embargo del que les hazían las baterías enemigas, trabaxaron en componer la línea de la brecha, que en la parte superior de la Redondela avían abierto días atrás.

El daño que nuestra mampostería executó el día 25 fué todo el motivo que tuvo nuestro contrario para no adelantar en todo el su trabajo, y aunque para impedirlo asestó des de sus baterías contra nuestra gente, no recabó por esso lo que pretendía, solo sí pudo, aunque no sin mucha fatiga y riesgo, apostarse en un pequeño aloxamiento que tras de la Redondela pudo lograr, guarneziéndole con alguna gente, que se procuró por los de la plaza sacar de aquel puesto con la artillería del Muelle Viejo, de cuyo fuego se vieron tan molestados que tuvieron a bien desmantalarle totalmente.

Un desertor, que tuvo la fortuna de poder entrar en la plaza, dixo corría voz en el campo de que se quería retirar del sitio el de Villadaries y formar entre las montañas de la cercanía una línea para contenernos y privarnos la salida de la ciudad, que dexándola con esto bloqueada y en estado de no poder servirles a los ingleses para el intento de invadir por aquella parte a España no se mantendrían en ella.

En el quartel de los olandeses se bolaron oy dos casas, en cuyas ruinas quedaron sepultados tres o quatro, con la ocasión de haver puesto fuego a dos barriles de pólvora que allí estavan para su retén.


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