Capítulo 28

Restableze una de sus baterías el enemigo con 4 piezas con que nos disparava para desmentir su retirada, desmontándole una de ellas, y el mortero el formidable fuego de la plaza. Expecificación de la gente que perdió el adversario en el sitio.

Desmantelan los sitiadores sus baterías desaziendo las plataformas y quitando las piezas a tiempo que el acostumbrado fuego de la plaza les matava mucha gente en las líneas.

Dedícase el enemigo al embarco de artillería y pertrechos, plantando una batería en el arenal junto a los ríos para el resguardo de sus embarcaciones, quedando ya la plaza libre de sitio.

Acomete la fragata inglesa a las fustes que transportavan los pertrechos, logrando el golpe muy bien. Remítensele a milord Gallovay ingenieros y artilleros en Lisboa.

Restableze una de sus baterías el enemigo.

Para desmentir mexor el ánimo en que se hallavan los sitiadores, trabaxaron el día siguiente en hazer algunas disposiciones como que querían continuar el sitio, restituiendo quatro piezas y un mortero a una de sus baterías, que por hallarse muy maltratada de nuestro cañón en algunas partes la repararon lo mexor que se pudo, bien que no como se quería, por el mucho fuego con que den de la plaza se les disparava, logrando entre otras con él los sitiadores desmontar una de sus piezas. Veinte bombas fueron el pago con que satisfizo el enemigo el daño que le avíamos causado, cuyo disparo continuó el día siguiente, que era el 19, arrojándonos al amanezer algunas con tan poca suerte, que solo la última que en realidad lo fue de aquel sitio, arruynó dos casas con la ocasión de haverse apegado fuego a un barril de pólvora que en ellas encontró. El príncipe dispuso en consequencia de esto, que se les retornaran algunas, como se executó con la buena suerte de aver maltratado al mismo mortero que disparava las enemigas, y en efecto no bolvió más a disparar.

Por un desertor catalán supimos como era cierto quedava el exército enemigo reduzido a bien corto número de gente por aver muerto mucha ya de una manera ya de otra.

Confirmolo un papel que un confidente del príncipe le envío diciendo entre otras cosas que las tropas españolas que hizieron el sitio consistían en nueve mil hombres, y de estos al último solo se contaron 3.000. De las guardias balonas, que consistían en 1.300 soldados quedaron 400. De las marinas francesas, que a la abertura de la expugnación llegavan a 3.000, al último se vieron reduzidas a 500 soldados. De quatro batallones franceses se cuentan más que 1.000 hombres, y últimamente de catorze compañías de granaderos completas, y de garbada gente se miró la disminución llegando solo al número de 760 combatientes.

Sobre el castillo se plantó otra pieza de 36 libras, que fué de notable consequencia por lo mucho que fatigava a los que guardavan el ataque.

Los contrarios se quitaron este día la máscara, no reparando en retirar de las líneas, como lo avían echo antes con la cautela que pudieron, los pertrechos, artillería y reparos que allí tenían para embarcarles con brevedad.

Desmantelan los sitiadores sus baterías desaziendo las plataformas y quitando las piezas a tiempo que el acostumbrado fuego de la plaza les matava mucha gente en las líneas.

Diximos ya que le quedava al enemigo maltratado el día 19. Un mortero que este día, que lo era el 20, sacó de sus trincheras con dos piezas más, quedando con esto en las baterías más apartadas de la plaza tan solamente ocho, con que tiró a ratos aquel día ya a la Redondela ya sobre el castillo, bien que sin ningún daño, fué pero muy al revez el juego de la plaza, pues su continuo disparo produxo tal efecto en las líneas de los contrarios, que pudimos ver en ellas muchos soldados muertos tendidos por el suelo aquel día.

Empleáronse los sitiadores el subsiguiente en sacar otra pieza, gastando el restante tiempo en echar por tierra las plataformas de su segunda y tercera batería.

Llegonos al 22 la Estrella fragata inglesa (que se le apresó a los franceses la primera vez que vino nuestra flota con el socorro) con pliegos para Mr. Methuen enviado de Inglaterra, en que recivió la patente de embaxador extraordinario para la Corte de Mequines a fin de fazilitar por este medio un buen número de cavallos de que se necessitava con los granos suficientes, que para la manutención de las tropas de los aliados se huviessen menester en aquella urgencia.

Sobre las baterías del enemigo ya no parezían más que seis piezas, que embarcó de la otra parte de la montaña para Málaga con otros muchos pertrechos, que iva sacando lentamente de los almagazenes que tenía formados en su campo.

Dedícase el enemigo al embarco de artillería y pertrechos, plantando una batería en el arenal junto a los ríos para el resguardo de sus embarcaciones, quedando ya la plaza libre de sitio.

Continuó los días 23, 24 y 25 el enemigo su artillería y pertrechos. El 25 ocurrió la circunstancia de aver una fragata nuestra dado caza a un barco español, que quedava cargado en la ribera aviendo disparado algunos tiros los sitiadores den de las tres baterías que tenían de días atrás prevenidas sobre el arenal que discurre de río a río de los dos, que desaguan a la bahía, a fin de abrigar con esto sus embarcaciones, que ivan transportando los pertrechos de su campo.

Retiraron los sitiadores al veinte y quatro dos piezas de la batería, que se dixo arriba, con que quedó la plaza totalmente libre del cañón de los enemigos, por quanto ya no tenían más baterías en pié que la que ofendía a la montaña.

Últimamente el 25 concluió en sacar las balas que todavía quedavan sobre las trincheras. Nuestra artillería hizo notable fuego a los que en esto trabaxavan, y no contento de esto passó a hazerle igualmente sobre la cavallería e infantería que de una y otra parte se divisava.

Disparó nuestro contrario con las 3 piezas que le quedavan contra la montaña todo este día, no haziendo daño de consideración en la guarnizión que avía en aquel parage.

Acomete la fragata inglesa los fustes que transportavan los pertrechos, logrando muy bien el golpe. Remítensele a milord Gallovay ingenieros y artilleros.

Acabado al 26 el embarco de sus pertrechos salieron algunas fustas enemigas de la bahía unas para Málaga y otras para Cádiz despachándose de la plaza una fragata al Faro, y en ella se embarcaron algunos ingenieros y artilleros que se le remitían a milord Gallovay en Portugal para la execución de las operaciones que se avía propuesto en la próxima campaña por aquella parte.

Catorze gavarras españolas forsejavan por la mañana deste día para dexar la bahía, lo que hubieran logrado a no havérselo impedido la fragata inglesa que nos quedó en el Muelle Nuevo, obligándolas a la mayor parte a retrozeder de la empresa, pero seys de ellas, que avían ya llegado hasta la punta del Carnero, pensando escaparse logrando aquella ventaja, fueron alcanzadas, de calidad que sobre haver arrimado a tierra, llevaron tales cañonazos de nuestra fragata que, no obstante de haver acudido gente a su socorro, fué tan eficaz el disparo y actividad de nuestro buque, que en el espacio de cinco horas rindió una, echó a pique dos y hizo considerable estrago en la gente que avía en las demás, anegándose muchos entre los esfuerzos que hazían para llegar a tierra. En tanto que la fragata quedava cañoneando aquellas fustas salieron ochenta granaderos de orden del príncipe para sostenerla, bien que faltando en el puerto las lanchas para transportarles a aquel parage, no pudieron executar el orden que se les avía dado.

El barco que fué apresado en esta ocasión iva cargado de vino por la mayor parte. Verdad es que llevava algunos equipages de diferentes oficiales y una pieza grande de bronze desfogonada del todo.

Tres soldados prisioneros que en esta ocasión logró nuestra fragata dixeron que sobre aquella pequeña flota de embarcaciones menores ivan 140 hombres del regimiento de Castilla en que consistía todo el cuerpo, que a su principio contava de más de seis cientos soldados, y que la mayor parte del exército quedava en marcha camino de Cádiz, quedando el resto en ánimo de executar lo mismo apenas se hubiese dado la providencia de retirar las municiones que todavía le quedavan en el campo, en que se reparó quemavan algunas cabañas esta noche.


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